Luka Brajnovic fue un novelista, periodista, escritor y poeta yugoslavo muy relevante en el desarrollo de la ética periodística y la comunicación científica. Nació en una pequeña localidad, Kotar, en lo que hoy en día es Montenegro, un 13 de enero de 1919. Desde muy joven sintió inquietud por la escritura, ya en bachillerato editó junto con algunos compañeros una revista clandestina que unía ideología independentista y el movimiento cultural del romanticismo para pedir la unión de la región con las provincias de Dalmacia, que en ese momento formaba parte de Croacia.

Una vez en la universidad de Zagreb estudió derecho mientras lo compatibilizaba con la dirección de una revista de literatura, ‘Luch’ (antorcha), y trabajaba para el semanario ‘Hrvatska straža’ (Vanguardia Croata). En esta época fue detenido por escribir un artículo en contra de Mussolini, criticando su ideología y métodos dentro para llegar al poder. En esta universidad se doctoró en derecho en 1941 y en ese momento comenzó a estudiar teología mientras impartía clases  de Estructura social como profesor adjunto.

La guerra asolaba Europa y Brajnovic no estaba exento de las consecuencias de esto. En 1943, durante un viaje en tren como director de un medio de comunicación, el tren en el que viajaba sufrió un atentado por parte de los guerrilleros de de Tito. Tras ese accidente fue detenido y enviado a una tapia para ser fusilado, gracias a su condición de periodista se salvó del paredón pero fue enviado a un campo de concentración entre marzo de ese año y hasta agosto, cuando consiguió escapar con un compañero de vuelta a la Universidad de Zagreb aprovechando un bombardeo sobre el campo.

Al poco tiempo de volver a casa su medio fue cerrado por el gobierno fascista de Croacia y con la llegada del comunismo en 1945 tuvo que exiliarse, dejando a su familia y amigos atrás. Tras pasar por varios campos de refugiados en Italia ya Austria, donde escribe un noticiero improvisado a máquina. De allí se fue a Roma, donde estuve estudiando medicina durante dos años.

A finales de los años 40 se traslada a España y comienza a trabajar en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, paralelamente editaba libros y revistas con una imprenta que poseía en Madrid. En 1960 se une a la recién creado Instituto de Periodismo de la Universidad de Navarra, lo que fue el inicio de más de 30 años de docencia en esta universidad. Aprovechando su cercanía a la universidad estudió Filosofía y Letras y obtuvo una licenciatura en Historia.

Su labor ha sido fundamental, con la publicación de su ‘Deontología Periodística’, primer obra sobre deontología periodística publicada en España, y sus cuatro manuales de periodismo, ha sido uno de los faros hacia un mejor periodismo en España. Murió en Pamplona el 8 de febrero de 2001, tras una vida de cambios en las que se convirtió en un auténtico maestro y testigo de la historia reciente de España y Europa.