“La emoción conecta con nuestros instintos más profundos y nos mueve a actuar”

“Se define el término emoción como el conjunto de reacciones orgánicas que experimenta un individuo cuando responden a ciertos estímulos externos, que le permiten adaptarse a una situación”

Actualmente, estamos rodeados de “estímulos externos”. El fundimiento de los casquetes polares, la subida del nivel del mar, olas de calor, sequías, incendios, etc. No estamos equipados para adaptarnos a todos estos cambios climáticos, ni tampoco a los venideros que serán sin ninguna duda extremadamente devastadores. Tampoco lo están numerosas especies de plantas y animales.

 Por lo tanto, estamos condenados a la extinción, en 3…2…1…

!Espera!

Se oyen gritos en las calles, cánticos que buscan la concienciación, se ven pancartas alzadas al cielo…!Hoy es viernes, viernes para el futuro! Todavía hay una solución, traída de la mano de Greta Thunberg.

Greta Thunberg, una estudiante y activista sueca de 16 años, que escuchó hablar del cambio climático con solo 8 años y  se preguntó por qué se estaba haciendo tan poco al respecto. 

Con esa preocupación por bandera, comenzó como buena activista y modelo ejemplar, por hacer cambios en casa. Se decidió a reducir su huella de carbono y obligó a sus padres a evitar el avión como modo de transporte, y cualquier alimento de origen animal como parte de su dieta. 

Recientemente ha celebrado su primer año como activista, desde que en agosto de 2018 decidiese manifestarse frente al parlamento sueco con un cartel pidiendo una acción climática fuerte. 

Ya llevamos un año viviendo “El efecto Greta” con grandes logros como la iniciativa ya mencionada más arriba “Fridays For Future”, que comenzó con ella en aquel parlamento, continuó con la unión de sus compañeros de clase y ahora alberga grandes masas de personas saliendo a las calles cada viernes por una misma e importante causa.

Donaciones de casi medio millón de libras para apoyar a Extinction Rebellion y los grupos de huelga escolar para establecer un fondo de emergencia climática. La declaración de “emergencia climática” por ocho países y organismos supranacionales como la Unión Europea, que conlleva la adopción de medidas para lograr reducir las emisiones de carbono a cero en un plazo determinado y ejercer presión política a los gobiernos para que tomen conciencia sobre la situación de crisis ambiental existente.

Y otras acciones llevadas a cabo por la misma Greta como la demanda contra Francia, Alemania y otros países por no estar en camino de cumplir con los objetivos de reducción de emisiones con los que se comprometieron en sus compromisos de Acuerdo de París. Con todo esto, nos preguntamos,¿cómo una niña de 16 años ha podido tener tanta repercusión?. Aunque la verdadera pregunta debería ser: ¿por qué ha tenido que ser una niña de 16 años quien lleve a cabo un cambio?. La respuesta a la segunda pregunta, posiblemente sería la falta de iniciativa de gobiernos y organismos superiores, sumada a todos los intentos de negar este fenómeno tan real e importante. 

Y en cuanto al éxito de esta jóven accionista, muchos sostienen que este se debe al éxito de sus propios padres (cantante de ópera y actor), al fundador de la plataforma We Don’t Have Time (No Tenemos Tiempo), Ingmar Renzhong, quien publicó en su página de Facebook una imagen de la joven manifestándose en el parlamento; o incluso a grandes lobbies y empresas energéticas verdes que la estarían usando para sus propios beneficios. 

Otros afirman que se debe a su firme carácter para dirigirse a los líderes de los países de forma directa y literal y el componente emocional tan importante en sus intervenciones. 

Y no solo encontramos esta dualidad de opiniones con relación a su éxito, sino también en el momento de decidir si Greta es un buen ejemplo para nuevas generaciones o no. 

Es un hecho que ha sido nombrada “líder de la próxima generación” por la revista Time en 2019, y modelo a seguir por muchos. En contra de esto, existen numerosas especulaciones sobre el hecho de que Greta pudiese estar siendo usada inconscientemente (o inconscientemente) por poderosos grupos para sus propios beneficios. Y otras críticas como la del presidente de Francia, Macron: «tales posiciones radicales (según lo sostenido por Thunberg) antagonizan nuestras sociedades» 

Greta ha demostrado una verdadera responsabilidad respondiendo a todas estas críticas, tanto a las profesionales como a las personales de aquellos que la califican como «extrañamente influyente» para una «niña tan joven y con tantos trastornos mentales» (padece “Síndrome de Asperger”, un trastorno del espectro autista que dificulta las relaciones sociales y puede provocar peculiaridades en el habla, en los gestos o en el movimiento) y continúa con su camino y su misión. 

Esta vez con rumbo a Madrid para la Cumbre del Clima. Viaja en un catamarán prestado por una familia australiana que la acompañará en el viaje hasta Lisboa, y desde allí viajará a Madrid.  El Gobierno de Extremadura se ha ofrecido a llevar a Greta en un vehículo eléctrico aunque esta oferta no ha gustado a los activistas extremeños que ruegan a la activista que no acepte ese coche con batería de litio. 

Podemos estar seguros de que Madrid no será más que otro destino de Greta Thunberg, que continuará insistiendo con su discurso emotivo, sus manifestaciones cada viernes y otras tantas iniciativas para cambiar el mundo y retrasar las consecuencias devastadoras que llegarán si no cambiamos nuestro modo de vida y nuestros hábitos. 

Como conclusión, me gustaría destacar la nominación de Greta Thunberg al premio nobel de la Paz. Teniendo esto en mente, no queda más que preguntarse, ¿qué es lo que esta joven de 16 no será capaz de lograr en un futuro?.