Vapear se ha vuelto una moda muy extendida entre los jóvenes y entre aquellas personas que intentan dejar de fumar pero necesitan alguna ayuda extra antes de dejar la nicotina definitivamente. Mejor olor, permisión de uso en algunas áreas donde el tabaco está prohibido, sabores o nicotina regulable, son algunas de las ventajas que atraen a tantos consumidores. Aunque esta alternativa se ha intentado vender como una forma «saludable» con las ventajas del tabaco y sin sus inconvenientes, se ha demostrado que este humo no es tan bueno como se ha hecho creer.

Para empezar la los líquidos que contienen nicotina siguen siendo muy adictivos y, junto a la variedad de sabores que recuerdan cosas que nos gustan como chocolate, vainilla, gominolas o fresa; inclina al cerebro hacia la adicción. La nicotina estimula la producción de dopamina, la hormona que controla la sensación de placer, con lo que el cuerpo cada vez nos pide más para mantener esta buena sensación. Esto, además de ser una droga, es nocivo para la salud y tóxico para el cuerpo, aumentando la tensión, la frecuencia cardíaca y la posibilidad de que genere úlceras en el estómago.

Tampoco ayuda a dejar de fumar, pues, aunque se vayan limitando las dosis de nicotina, la adicción pasa del tabaco al vaper, con lo que en realidad no estamos dejando el tabaco, lo estamos sustituyendo por otro producto menos letal. Su uso en espacios cerrados también afecta a los fumadores pasivos aunque les resulte menos molesto que el humo del tabaco y puede resultar realmente molesto aunque esté legalmente permitido.

Con respecto a la salud, además de la nicotina, los líquidos contienen muchos químicos, saborizantes, aceites, colorantes y muchos otros que son nocivos para la salud. De hecho, en muchos envases se avisa de que el líquido puede resultar venenoso si se ingiere o entra en contacto con las mucosas de ojos, nariz y boca. Por tanto, si algo es tan sano ¿Por qué es tóxico en su forma líquida?. Tampoco hay que olvidar que el vapor afecta a los pulmones, los humedece y puede provocar pulmonías y bronquitis si se hace un uso irresponsable y continuado, sobre todo si ya se tiene alguna enfermedad pulmonar, aunque sea leve.

Con todo esto, los que lean este artículo seguirán fumando o vapeando, lo ideal sería no fumar nada. Pero lo más importante es estar informado y no dejar que nos digan que algo es sano cuando no lo es.